Muchas interrogantes surgen antes y después de una cirugía, una de ellas tiene que ver con la nutrición, pues saber elegir los alimentos para consumir previa y posteriormente a uno de estos procedimientos, puede ser la clave para tener una buena recuperación.

En ambos casos, el cuerpo necesita de mucha energía debido al estrés al que está sometido. El estrés que se registra durante una cirugía puede provocar la pérdida de peso y de músculo, inflamación, cicatrización deficiente, así como otras complicaciones como infecciones. Por ello, cada vez más investigaciones muestran que tener un cierto tipo de nutrición en las semanas previas y posteriores a una cirugía, pueden ayudar a reducir los riesgos para lograr un mejor avance. 

“Así como no ayunarías antes de correr una gran carrera, debes preparar tu cuerpo para que tenga la fuerza y la energía que necesita para ser sometido a una cirugía”.

Incrementar la ingesta de nutrientes

Para apoyar a la recuperación, antes y después de la cirugía, es ideal consumir proteínas de alta calidad y carbohidratos complejos. Y es que, a pesar de que se está en reposo mientras sucede la cirugía, el cuerpo está quemando calorías para ayudar a sanar.

 

Ayuda a la función inmune con arginina y Omega3

El estrés que provoca una cirugía puede desatar inflamación y derivar en complicaciones, además podría continuar experimentándose a lo largo de varias semanas, debilitando el sistema inmune y haciendo al paciente más propenso a las infecciones.

Por ello, se recomienda seguir una nutrición que contenga ingredientes inmunoestimulantes, como la arginina y el ácido graso conocido como Omega 3.

Estos nutrientes también pueden ser consumidos a través de bebidas especializadas de inmunonutrición, las cuales se recomienda ingerir una semana antes y una después de la cirugía.

 

Mantener la fuerza y la energía con proteína

En adultos mayores, tres días de reposo en cama pueden provocar hasta el 10 por ciento de la pérdida muscular total en una pierna.

Debido a lo anterior, se recomienda que las personas se levanten y comiencen a moverse cuanto antes luego de una cirugía, ya que esto les permite preservar su músculo magro, manteniéndose fuertes y logrando una rápida transición de vuelta a su rutina. Esto de acuerdo a las indicaciones y recomendaciones del médico tratante.

Aumentar el consumo de proteína antes y después de la cirugía también protegerá los músculos.